6 de septiembre de 2009

He vuelto, pero esta vez con fecha de caducidad.

Sábado 2 de Marzo de 2019 a las 2:37 pm.

Ésta es, según un cuestionario de facebook, la fecha de caducidad que tengo asignada. Para todos aquellos cuya brillante mente vaya más allá y con el fin de resolver una duda existencial que seguramente ronde sus mentes en este instante, diré que he mirado con detenimiento y paciencia y he de determinar que en mi caso se han olvidado de poner la fecha en el culo del envase…

En cualquier caso, todos sabemos que esto no funciona así ¿Acaso nadie se ha comido un yogurt caducado? Todos sabemos que la fecha es aproximativa (consumir preferentemente) y que con suerte le saco un par de años más. Rondaré los 30 entonces, seré un cadáver bonito no hay duda (lo digo por lo joven que me voy a morir, obviamente, lo demás lo dejo a gusto del consumidor).

Lo que más me asombra de todo esto, es que me voy a morir un sábado a la hora de comer!

Saco dos conclusiones de que el azar y el destino hayan elegido este momento:

1.- Daría igual que me fuera a morir en las otras 23 horas restantes del día seguro que me cogía comiendo también.
2.- Estaré dando guerra incluso después de muerto.

Una última apreciación, la muerte (ente que firma todo lo anteriormente citado) termina su mensaje diciéndome:

Mano, si tienes suerte y tienes un hijo ahora,... no te preocupes!. Te podrás despedir cuando cumpla 9!

¿Es un poco hija de puta esta muerte no?

En fin, aprovecharé el tiempo que me queda: Carpe diem.

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